A pesar de su riqueza, Puerto Gaitán enfrenta una realidad dolorosa:
Servicios públicos deficientes en acueducto, alcantarillado y energía.
Un hospital que apenas funciona como puesto de salud, generando de remisiones hacia Villavicencio, Granada o Bogotá.
Una tasa de desempleo del 34%.
Hoy la comunidad se ha visto obligada a anunciar el cierre de la vía como medida de protesta. Desde aquí respaldamos su inconformidad y exigimos que se garantice lo más básico: una vida digna, servicios eficientes y oportunidades reales de empleo.
Puerto Gaitán le entrega petróleo y regalías a Colombia. Lo mínimo es que su gente viva con dignidad.