En mi región vemos información poco confiable, exclusión de comunidades, desplazamientos forzados y hasta deforestación. En lugar de proteger el territorio, los proyectos de carbono han generado más conflictos sociales y ambientales, mientras la institucionalidad sigue ausente y la normatividad se queda en el papel.
Lo repito con claridad: los compromisos ambientales deben ir de la mano con los derechos humanos y la justicia territorial. No podemos hablar de cambio climático mientras se arrasan ecosistemas y se desplaza a nuestra gente.
¡He dicho, y si lo dice Parrado, póngale cuidado!