Este es un paso importante para proteger a los millones de mascotas que hoy sufren abandono en Colombia.
Pero también quiero dejar una reflexión: mientras pensamos en los animales, no podemos olvidar que hay 127.000 niños en hogares de paso del ICBF que aún esperan una familia.
Aprobamos el proyecto con gusto, porque necesitamos herramientas que protejan a nuestras mascotas. Sin embargo, como sociedad y como Estado, también tenemos el deber de pensar en los niños y jóvenes que siguen esperando una oportunidad.